La Basílica de Santa María del Mar ha acogido este viernes la celebración de una Eucaristía solemne con motivo de la celebración de Ignatius 500, el Año Ignaciano que conmemora el 500 aniversario de la conversión de Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús.

La celebración la ha presidido el Cardenal Arzobispo de Barcelona, Mons. Juan José Omella, y ha estado concelebrada por el Superior General de los Jesuitas, el P. Arturo Sosa SJ, que estos días se encuentra en Cataluña para participar en las celebraciones del Año Ignaciano. Han concelebrado también varios obispos de las diócesis catalanas y el presidente de la Unió de Religiosos de Cataluña, así como el Superior Provincial de los Jesuitas en España, el P. Antonio España SJ, el delegado de los Jesuitas en Cataluña, el P. Enric Puiggròs SJ, el rector de Santa María del Mar, Mn. Salvador Pié, y varios sacerdotes y jesuitas. Han asistido a la celebración la Consellera de Justícia de la Generalitat de Catalunya, Lourdes Ciuró y la Directora General de Asuntos Religiosos, Yvonne Griley. 

El P. Arturo Sosa SJ ha puesto de relieve en su homilía la experiencia que Ignacio vivió en tierras catalanas: en Montserrat, Manresa y Barcelona, donde la misma Basílica de Santa María del Mar es “testigo privilegiado de los dos años en que el peregrino pide limosna en sus escaleras para sostenerse y ayudar a otros”.

La celebración, con aforo limitado por la pandemia, ha reunido a un buen número de personas, muchas de ellas vinculadas a la Compañía de Jesús en Cataluña y a sus instituciones.

Un gran cambio de planes

Recordando el itinerario de Ignacio de Loyola, el Superior General de los Jesuitas ha explicado el “gran cambio de planes” que experimentó en su vida hace 500 años, poniendo de relieve que el punto de partida está en “dos estruendosos fracasos”:  la herida que sufrió en Pamplona, primero, y la imposibilidad de establecerse en Tierra Santa, después. Son estas circunstancias que “lo llevan al encuentro personal con Jesucristo y a poner toda su confianza en él”.

Pero hacer memoria de esta experiencia, ha señalado el P. Arturo Sosa, “no es un esfuerzo por glorificar su figura ni hacer propaganda de su obra”, sino “una ocasión privilegiada de tomar conciencia de que el Señor sigue vivo, presente y actuante en la historia humana, y es posible establecer una amistad con él”.

En Santa María del Mar, el Superior General de la Compañía de Jesús ha tenido la oportunidad de visitar la Capilla de San Ignacio, donde se encuentra la escultura de bronce de Lau Feliu que representa a Ignacio como un mendigo, con la mano extendida y los pies descalzos. “Este espacio nos invita a dejarnos tocar por el amor incondicional del Señor”, ha dicho el P. Sosa.

Durante la Eucaristía ha habido dos ofrendas, por parte del sector social de la Compañía de Jesús en Cataluña, con una llamada a la hospitalidad y a servir y amar a quién más sufre, y también por parte de los representantes de las Asociaciones de Antiguos Alumnos, con motivo del Congreso Mundial que se celebrará en Barcelona el próximo año.

Al finalizar la celebración el Cardenal Juan José Omella ha querido agradecer al P. Sosa haber podido acoger este acto en Barcelona y se ha referido a la carta pastoral que los obispos de las diócesis por las que pasa el Camino Ignaciano acaban de publicar, y en la que animan a participar en el Año Ignaciano.

Apertura de la Puerta del Jubileo en Manresa

Después de la celebración el viernes en Santa María del Mar, el P. General se desplaza hacia Manresa, donde el sábado, festividad de San Ignacio, presidirá una Eucaristía Solemne, durante la cual se hará la benedicción de los mosaicos que el artista Marko Rupnik ha instalado en el Santuario y se abrirá la Puerta del Jubileo. El aforo para asistir presencialmente ya está completo pero se podrá seguir en directo en este enlace.

Estos son los primeros grandes acontecimientos del Año Ignaciano en Cataluña, después de su inauguración oficial en Pamplona el pasado mes de mayo. Durante todo un año, hasta el 31 de julio del año próximo, las instituciones de la Compañía de Jesús hacen suya esta celebración con diversas actividades, campañas o encuentros, que conmemoran el 500 aniversario de la experiencia que transformó a Ignacio de Loyola, Una celebración especialmente significativa para la Compañía de Jesús en Cataluña, ya que Manresa es uno de los escenarios de esta experiencia.

Más información sobre el Año Ignaciano en Ignatius500

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