Tras casi dos años de ausencia, la Facultad de Teología (Comillas CIHS) ha vuelto a celebrar las Jornadas de Teología que, en su XVIII edición, conmemoraban los 500 años de la conversión de san Ignacio.
“Aquí vamos a destramar la conversión en profundidad”, aseguró Fernando Joaquín Millán, director del Instituto de Espiritualidad, que este año celebra su 40º aniversario, y encargado de coordinar las jornadas, en la sesión inaugural, en la que participó también el vicerrector de Relaciones Institucionales y secretario general, Federico de Montalvo.
Una conversión de la mirada
El primer ponente fue el profesor Pedro Rodríguez Panizo, profesor de Teología Fundamental, que habló de la “Fenomenología de la conversión”. “Como todos los hechos humanos, cuando se los deja hablar, también el fenómeno de la conversión deja ver su complejidad”, apuntó el teórico.
Durante su disertación, Rodríguez Panizo lamentó la falta de profundidad de nuestras sociedades tendentes a reducir los misterios a meros problemas, olvidando que “la irrupción de un misterio se convierte en invitación a una conversión, al menos de la mirada”, añadió.
Investigación y espiritualidad
Las jornadas transcurrieron a lo largo de dos intensos días en los que intervinieron los profesores José García de Castro, SJ, que incluyó la conversión de 1521 en un proceso vital más amplio de otras seis “conversiones” que marcan la aventura espiritual de san Ignacio; Francisco Ramírez Fueyo, SJ, decano de la Facultad de Teología, que profundizó en las lecturas que le marcaron durante su convalecencia en Loyola y las puso en conexión con la literatura de la época; Xavier Quinzà, SJ, que analizó la relación entre conversión, deseo y riesgo en el marco de nuestras coordenadas culturales, y Santiago Arzubialde, SJ (cuya conferencia fue leída por Gabino Uríbarri, al hallarse él imposibilitado de participar por motivos de salud), que abordó el conocimiento interno de Cristo en Ignacio, más allá de la conversión misma.
También se analizaron en una mesa redonda las lecturas que, desde distintos ámbitos eclesiales, se pueden hacer de la conversión. Los participantes, José de Pablo, SJ, Luis Salinas, SJ, y Marta Medina, coordinados por Ana Berástegui, pusieron de manifiesto la significatividad de la experiencia de Ignacio para la Iglesia del siglo XXI.
El encargado de clausurar las jornadas fue el obispo auxiliar de Santiago de Compostela, Francisco José Prieto Fernández, que habló de los caminos y horizontes de una Iglesia en salida.
En dos momentos, los participantes pudieron disfrutar de un “interludio musical” llevado a cabo por el profesor Bert Daelemans, SJ (al piano) y por Andrea Bonavita, SJ (al violín) que interpretaron varias piezas de tiempos de san Ignacio.
La inauguración de las jornadas coincidió con la apertura de la exposición bibliográfica "Ver nuevas todas las cosas en Cristo: 500 años de la conversión de San Ignacio de Loyola", una muestra organizada por el Servicio de Biblioteca, en colaboración con la Facultad de Teología, y que muestra las lecturas que acompañaron al padre fundador durante su vida.