El artista y jesuita esloveno Marko Rupnik y su equipo, formado por unas veinte personas de diferentes países del mundo, trabajan estos días intensamente en el Santuario de la Cueva de San Ignacio, en Manresa, instalando el conjunto de mosaicos que han creado para las capillas laterales del Santuario.

Una obra que se encuentra todavía inacabada pero que cautiva a quien la contempla, por la fuerza de su mensaje, su belleza y el fascinante proceso que implica su creación. Son más de 550 metros cuadrados de mosaicos, que muestran el peregrinaje cristiano a través de los Ejercicios Espirituales. "Un itinerario de oración", ha explicado el propio artista, "en el que se pasa de un catolicismo declarado a una fe vivida".

La obra está llena de detalles, y todos nos están diciendo algo. Muchos de ellos, estrechamente vinculados a la espiritualidad ignaciana. Pero el artista ha definido esta obra, sobre todo, como espacio de encuentro. Marko Rupnik explicó que el mosaico es un arte extraordinario que implica una experiencia comunitaria. "Una experiencia de iglesia, como comunión de personas, que expresa lo que somos". Los materiales que utiliza provienen de todo el mundo y el artista asegura que, en esta técnica, se establece un diálogo con la piedra. "La primera lección para cortar la piedra es tomarla con amor, con ternura".

Poder llevar a cabo esta obra justo en el lugar donde San Ignacio de Loyola comenzó a escribir el libro de los Ejercicios, representa, para este artista jesuita, un regalo que recibe con "una gratitud inmensa" y también como "una culminación de lo que durante toda la vida yo he pensado y estudiado".

Hoy lunes, Marko Rupnik y su equipo han dedicado un minutos a presentar el trabajo que están realizando a medios de comunicación y representantes de instituciones de la ciudad de Manresa y de la Compañía de Jesús. Sin embargo, los trabajos no se han detenido durante la presentación. Los mosaicos ocupan las ocho capillas laterales del Santuario y también habrá uno en la pared interior de la puerta de entrada que estará dedicado a la parábola del sembrador.

A lo largo de esta semana está previsto que se complete la instalación y posteriormente se finalizarán las obras con la iluminación y las tareas de limpieza. El Santuario podría volver abrir al público probablemente a partir del 10 de abril, mientras que el acto solemne de inauguración tendrá lugar coincidiendo con el día de San Ignacio, el 31 de julio, y con presencia del Superior General de la Compañía de Jesús, el P. Arturo Sosa SJ.

La remodelación del interior del Santuario se enmarca en la celebración de Ignatius 500, el año que conmemora entre mayo de 2021 y en julio de 2022 la conversión del fundador de los jesuitas. Una celebración que se vivirá de forma intensa en Manresa, ya que coincide con los 500 años de su llegada a esta ciudad.

Marko Rupnik, el Miguel Ángel del siglo XXI

El jesuita y artista esloveno Marko Ivan Rupnik ha sido bautizado por la crítica internacional como el Miguel Ángel del siglo XXI. Nació en Zadlog (Eslovenia), el 28 de noviembre de 1954. Es doctor en Teología y profesor en Roma en el Instituto Oriental Pontificio, en la Universidad Gregoriana y director del Taller de arte espiritual del Centro Aletti. Es miembro de la Academia Europea de las Artes y las Ciencias y ha sido galardonado con varios premios internacionales. Como artista que plasma en mosaico el mensaje cristiano, cuenta con más de 130 grandes obras en todo el mundo. Entre su amplísima producción internacional cabe mencionar sus trabajos en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico Vaticano, en la catedral de la Almudena (Madrid) o en la Curia General de la Compañía de Jesús en Roma.

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